En plena operación bikini

En estas fechas, bueno, antes, pero sobretodo ahora nos entran los agobios mortales porque en dos meses y poco estamos ya enseñando pierna porque hace demasiado calor para ir tapada escondiendo los molletes invernales. Como esto es así año tras año, he aprendido que son muy sabios tanto los dichos populares (Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un pobre) como la culturilla popular referente sobretodo a lechuga nocturna que retiene líquidos y demás.
Referente a esto voy a contar mi rutina diaria que confío en que me convierta en lo que era hace unos años.

Ya conté que suelo practicar aerobic porque soy monitora y lo hago dos veces por semana, pero en febrero volví a mi gimnasio, que tardo en llegar no más de dos minutos, está abierto hasta las 12 de la noche y la equipación es lo más de lo más y lo último de lo último.
También tiene sus desventajas; es un poco caro aunque lo han puesto ¡¡13 euros!! más barato pero aun así sigue siendo excesivo, tiene la llamada "zona de los cachudos" donde yo ni piso, porque más que un gimnasio parece un club social donde todo el mundo mira como si se le fuera a salir un ojo de la órbita.



Volviendo al tema de la rutina, empecé en febrero y me pusieron una tabla que he cumplido religiosamente durante 2 meses aunque era sólo para uno, acabo de empezar la tabla nueva que, en vez de tener 20 min de cardio (10 al principio y 10 al final) tiene 30, lo prefiero porque yo no le hacía ni caso y hacía más minutos de cardio porque mi objetivo es perder kilos de chicha.